Como vimos en la primera parte de La ciencia del terror japonés, "Los espectros en la sociedad japonesa tradicional", el mundo espectral y lo paranormal son parte inherente de la cultura nipona. Sin embargo en la literatura y el cine actuales no solo influyen las leyendas antiguas si no también las modernas que empapan a Japón de ese halo de misticismo que a todos nos encanta.
La creencia en fuerzas sobrenaturales parece bastante viva en comparación con la Vieja Europa y puede llevar a casos de terror colectivo que azotan los medios (sobre todo amarillistas) con historias que parecen sacadas de novelas o películas de miedo. Aunque nos dejamos algunas clásicas como Hitori Kakurenbo (一人 かくれんぼ), de la que hablaré y pondré como realizarla en un futuro, o los perros con cara humana Jinmenken (人面犬), aquí recopilamos algunas de las más aterradoras o populares de todo Japón que, incluso, llegaron a pasar al cine o al manga.
La creencia en fuerzas sobrenaturales parece bastante viva en comparación con la Vieja Europa y puede llevar a casos de terror colectivo que azotan los medios (sobre todo amarillistas) con historias que parecen sacadas de novelas o películas de miedo. Aunque nos dejamos algunas clásicas como Hitori Kakurenbo (一人 かくれんぼ), de la que hablaré y pondré como realizarla en un futuro, o los perros con cara humana Jinmenken (人面犬), aquí recopilamos algunas de las más aterradoras o populares de todo Japón que, incluso, llegaron a pasar al cine o al manga.
Kuchisake-onna (口裂け女)
Pongo esta la primera porque quizás es la más conocida al ser adaptada en una serie de conocidas películas pero, aunque su origen provenga un evento moderno que realmente ocurrió, proviene del periodo Heian (794-1185 d.C).
En una leyenda original se cuenta que la esposa de un samurai, aprovechando su propia belleza, tenía por costumbre yacer con otros hombres cuando él se encontraba fuera o en guerras. Cuando este se enteró de tales sucesos le propinó un corte en la cara de un espadazo creándole la clásica imagen de la mujer de la boca cortada para preguntarle luego, "¿crees que eres guapa ahora?". Esta historia se empleó, de forma macabra desde mi punto de vista, para que las mujeres no tontearan ni tuvieran relaciones con otros hombres que no fueran sus maridos.
Algo que siempre me hará recordar esta historia es cuando, caminando en dirección a unos cursos, le pregunté a mi amigo Naotoshi qué significaba literalmente Kuchisake-onna, pues había visto la película recientemente. Sin mediar palabra puso sus dedos índices en los respectivos extremos de la boca y, haciendo el sonido glotal de cortar que todos conocemos, movió las puntas de estos rasgando la cara hasta las orejas. Posteriormente me contaría que a finales de los 70 y principios de los 80 hubo un auténtico pánico en Japón pues la antigua fábula se había hecho realidad.
La leyenda moderna dice lo siguiente: caminando al oscurecer te encontrarás frente a ti a una mujer con la cara tapada por una mascarilla (nada raro en Japón para evitar propagar o recibir enfermedades). Esta te preguntará, "¿soy bonita?". A primera vista parecería que sí y la educación y modales japoneses te llevarían a decirlo aunque no te lo pareciera. Entonces se quitará la máscara dejando a la vista su horrible aspecto para preguntarte, "¿te sigo pareciendo bonita?". Si respondes que no te matará y si dices que sí, ya que ella es bonita por tener esa marca, cogerá unas tijeras o un cuchillo y te la hará a ti. Siempre sales perdiendo.
Hay quien comenta que si dices tener prisa ella se disculpará y te dejará ir (por los modales japoneses) o que puedes darle dulces y eso te dará tiempo para correr y huir.
Toire no Hanako-san (トイレのはなこさん)
Esta es la que probablemente menos me llama la atención y tiene un cierto parecido con Bloody Mary pero, al estar realmente extendida creo que es interesante al menos decir de que se trata. Ojo, no la debes confundir con Aka Manto, de la que hablaremos luego. Digo esto porque por internet hay blogs, en lengua inglesa y española, que le dan este nombre a la otra leyenda o las mezclan cuando, aunque se parecen, no tienen nada que ver.
Hanako-san al parecer es una niña de la época de la Segunda Guerra Mundial que era ridiculizada por sus amigos, lo que la llevó al suicidio. A partir de ahí se convertiría en un espíritu que atormenta a las usuarias de los servicios de chicas de las instituciones educativas japonesas desde los años 50.
Siempre está en el tercer cubículo del tercer piso del edificio. Tienes que llamar a la puerta con la mano, dando tres golpes. Luego pregúntale, "¿estás ahí, Hanako-san?", a lo que te responderá afirmativamente con un "estoy aquí". Si decides irte no pasará nada, pero si entras habrá una niña pequeña con falda roja y el pelo al estilo años 20 mirándote.
Lo que puede pasar varía pues el espíritu, según la zona puede ser travieso, bueno o malo. En algunas regiones incluso puede ser que ni sea tal ánima. Por ejemplo, en la prefectura de Yamagata cuando abres la puerta te encuentras a un lagarto de tres cabezas que imitó la voz de una niña y te comerá inevitablemente, mientras que en Iwate una larga mano blanca sale de la puerta y te atrapa.
Esta leyenda, como dijimos antes, está muy extendida. Es parte de los ritos de madurez de los niños y se emplea como broma a los novatos en centros educativos.
Aka Manto (赤マント)
Al igual que Hanako-san, Aka Manto, por su traducción, Capa Roja, es un espíritu que se encuentra en los baños de mujeres aunque, en este caso, parece ser que es un hombre. La historia cuenta que era tan bello en vida que estaba siendo acosado por múltiples mujeres, lo que le acarreó grandes problemas por lo que se convirtió en un espíritu vengativo contra las féminas.
Si estás sentada en el servicio, normalmente en el último cubículo, una extraña voz te preguntará, "¿quieres el papel rojo o el azul?". La primera respuesta hará que te parta por la mitad hasta que tu ropa se tiña con la sangre. Si eliges la segunda te ahogará hasta que tu cara se vuelva azul por la falta de riego sanguíneo. En el caso de sentirse graciosa y decirle algo como "quiero el verde" o cualquier otro color, él se enfadará y te llevará al mundo de los muertos, pero si le dices que no quieres ninguno se irá.
Otra variante es que te ofrezca una capa roja o azul, en este caso la historia es distinta. Si dices que roja te arrancará la piel de cuajo para simular esta prenda y si eliges azul de absorberá toda la sangre. Hay quien comenta que si dices amarillo te ahogará metiéndote la cabeza en el mismo retrete que estabas usando. Asqueroso, cuanto menos.
Kokkuri-san (こっくりさん)
Este es otro mito o, más bien, juego bastante antiguo pero que aún causa pavor. Se parece a la ouija y se puede considerar que ambos son herederos del "table-turning" del siglo XIX.
Allá por la era Meiji (1868-1912) se popularizó este sistema de adivinación, actualmente considerado mayoritariamente como un juego espectral, que se basaba en preguntar a un espíritu (de nombre homónimo al juego) por cuestiones terrenales futuras o incluso pasadas o actuales si su naturaleza es desconocida para quien pregunta.
Este espíritu, que es parte de la imaginería sintoista, es parcialmente zorro (Ko: 狐, kitsune), perro (Gu: 狗, tengu) y mapache (Ri: 狸, tanuki) y es menos peligroso que sus contrapartidas de la ouija, de hecho no se consideraba para nada un juego peligroso hasta que, en los siglos XX y XXI principalmente, los escolares empezaron a jugarlo, quizás influidos por la versión occidental.
El problema no es el espíritu en sí en esta leyenda, si no que las respuestas pueden no gustarte. Si una persona pregunta; "Kokkuri-san, ¿alguien me amará algún día?" y su respuesta es un no tajante o si le preguntas "¿moriré próximamente?" y te responde que sí, puede llevar a gente a depresiones y suicidios, sobre todo en casos en que quien juega tiene una creencia absoluta en estas cuestiones y no lo interpreta como entretenimiento. Casos de pánico masivo ocurrieron en Japón por eventos trágicos relacionados con este método de adivinación y, aunque etnólogos y científicos intentaron desprestigiar y explicar el fenómeno de Kokkuri-san, este está más vivo que nunca.
Si quieres saber como se juega, puedo hacer una especie de tutorial en un futuro y contar algo más sobre el juego y del espíritu de Kokkuri-san, dado que esto es solo una introducción al mito.
Kunekune (くねくね)
Este es un mito japonés de completa actualidad cuya primera aparición en internet parece ser que es del 2000 y que, simultáneamente, apareció en gran variedad de foros sin aparente relación. Kunekune es un ser heredero de los yokai de la cultura tradicional y se presenta como un ser antropomorfo hecho de papel o tela blanca, con grandes brazos y piernas. Se le suele localizar en campos de cebada o arroz allí parado sin ningún motivo, moviéndose con el aire (haya o no) en días calurosos de verano, más o menos a la hora de comer.
Antes de que se piense que es una especie de Slenderman, la respuesta es sí pero no. Se parece ciertamente pero es previo a este, además este archiconocido personaje de internet es en realidad un ser humano sin cara y con extremidades largas y no una especie de tela antropomorfa.
La cuestión es que es un espíritu no es para nada inofensivo aunque por su aspecto lo parezca y las historias que se cuentan en un primer momento parecen tonterías pero luego te hacen sentir escalofríos, antes de contar nada quiero que leáis la primera historia de avistamiento de Kunekune de que se tiene constancia, traducida por mi del inglés y esta misma de un original japonés, aparecida en un foro allá por el año 2000.
5 de mayo del 2000
Escuché esta historia de mi hermano. Es real. El amigo de este, a quien llamaremos "A", la experimentó en carne propia.
Cuando A era un niño iba al campo con su hermano mayor. Aquel día estaba soleado y los campos de arroz estaban ya muy crecidos. No querían jugar fuera así que decidieron hacerlo en casa.
De repente el hermano fue hacia la ventana y A fue tras él. Este último miró hacia donde tenía la vista puesta el primero. Había una persona vestida con ropajes blancos parada en mitad del campo. No se podía entrever si era hombre o mujer. "¿Qué hará ese ahí?", dijo mientras miraba a aquella extraña persona. Entonces, esta empezó a bailar al son del viento.
"¿Está bailando?", preguntó A. Eso parecía pero, sin embargo, su baile resultaba raro y antinatural. Los movimientos de sus articulaciones no eran como los de nosotros, los humanos.
A se puso tan nervioso que se le pusieron los pelos de punta y preguntó: "¿Eh, qué es eso? ¿Lo sabes?". Su hermano respondió que no lo sabía.
Justo después, el mayor pareció entender qué era. A, al darse cuenta de esto, volvió a preguntar aún con más insistencia: "¿Lo sabes? ¡Cuéntamelo!". "Sí, lo se - respondió -, pero tú no podrías darte cuenta". No le dijo lo que era y A aún no lo sabe.
Quedé decepcionado y le dije a mi hermano: "¿eso es todo? ¿por qué A no le pregunta a su hermano acerca de ello?". Aquella historia no me había convencido pero mi hermano respondió: "A no puede hacer eso. Su hermano se volvió loco".
Escalofriante, ¿verdad? Si está al final es porque me parece realmente la más interesante y a la vez terrorífica. La leyenda cuenta que si la miras mucho como el hermano de la historia te vuelves loco (a A no le pasó esto porque se concentró en preguntar a su hermano en vez de en intentar entenderlo él mismo). Se encuentra en la lejanía pero, si por alguna suerte del destino te cruzas con Kunekune y lo tocas o te acercas demasiado te matará. Solo tienes la posibilidad de huir para salvar tu vida.
Etnólogos dicen que podría estar basado en leyendas locales y que sus avistamientos pueden ser de simples espantapájaros mal interpretados y que es posible que tenga un origen similar al de Slenderman que luego se sacó de contexto y llevó a la gente a creer en él.
Espero que os haya gustado esta segunda parte. Nos vemos en la próxima, que tratará sobre literatura y manga de terror, desde Lafcadio Hearn a nuestros días. Y recuerda, ¡cuidado con ellos! Sorera ni chūi shite kudasai! それらに注意してください!
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