Género: Acción, samurai, decisiones, sandbox limitado.
Edad: 16+.
Plataforma(s): PlayStation 2.
Desarrollador: Acquire.
Un ronin hambriento se desploma a la entrada de la isla-ciudad de Amahara, dedicada principalmente al comercio. Una niña comparte su onigiri con él. En tus manos está decidir si aceptarla o no, cosa que puede cambiar radicalmente tu aventura.
De esto trata principalmente Way of the Samurai 2, de decidir que hacer en cada momento qué hacer para encarrilar tu vida y a qué facción apoyar o qué decisiones tomar dentro de estas.
Por una parte, están los magistrados, que deberían defender al pueblo pero se han instalado como una élite guerrera que se aprovecha de ellos. Por otra está la banda Aoto, una especie de yakuza dedicada al crimen, los asesinatos y la extorsión en el pueblo que, originalmente, era un grupo de caballería contra los magistrados. Y por último está el propio pueblo, que gira alrededor del burdel de Amakaze.
En este juego tendrás acceso a muchas armas, a entrenamientos en un dojo y, como en muchos sandbox, a tener tu propia casa, comer, ir al onsen o a reparar tus armas. La variedad espadas dentro de Way of the Samurai 2 es increíble; podemos manejar dos espadas, bokuto, katana normal, kodachi, armas ninja e incluso unos cuantos odachi (no muy de mi gusto pero si muy coleccionables).
Además los personajes son totalmente personalizables. Podemos ser hombre o mujer, y tenemos caras y cuerpos a elegir, que además podrán ser complementados con máscaras, colgantes, armaduras y todo lo que se nos ocurra en las tiendas dentro de la partida.
Para mi gusto la jugabilidad es buena y su estilo de sandbox es similar al de las dos primeras entregas de Yakuza. Pero lo más interesante para mi es la posibilidad de diferentes finales. Las partidas en si son muy cortas, como unos 30 minutos o un poco más si te lo tomas con relax y, aunque estas cosas nunca me han gustado, es una característica que estoy dispuesto a admitir por lo interesante de las múltiples historias y teniendo en cuenta que hay tantos finales que si fuera un juego tan largo como un Yakuza o un GTA no podríamos verlas todas nunca.
Aunque no es de SEGA, le recomiendo este juego a todos los fans de esta casa (me incluyo), pues su jugabilidad es muy arcade en las peleas, además sus gráficos y su estética te harán pensar que algo han tenido que ver. Si puedes jugar a esta joya del retrogaming, ¡hazlo!
Un ronin hambriento se desploma a la entrada de la isla-ciudad de Amahara, dedicada principalmente al comercio. Una niña comparte su onigiri con él. En tus manos está decidir si aceptarla o no, cosa que puede cambiar radicalmente tu aventura.
De esto trata principalmente Way of the Samurai 2, de decidir que hacer en cada momento qué hacer para encarrilar tu vida y a qué facción apoyar o qué decisiones tomar dentro de estas.
Por una parte, están los magistrados, que deberían defender al pueblo pero se han instalado como una élite guerrera que se aprovecha de ellos. Por otra está la banda Aoto, una especie de yakuza dedicada al crimen, los asesinatos y la extorsión en el pueblo que, originalmente, era un grupo de caballería contra los magistrados. Y por último está el propio pueblo, que gira alrededor del burdel de Amakaze.
En este juego tendrás acceso a muchas armas, a entrenamientos en un dojo y, como en muchos sandbox, a tener tu propia casa, comer, ir al onsen o a reparar tus armas. La variedad espadas dentro de Way of the Samurai 2 es increíble; podemos manejar dos espadas, bokuto, katana normal, kodachi, armas ninja e incluso unos cuantos odachi (no muy de mi gusto pero si muy coleccionables).
Además los personajes son totalmente personalizables. Podemos ser hombre o mujer, y tenemos caras y cuerpos a elegir, que además podrán ser complementados con máscaras, colgantes, armaduras y todo lo que se nos ocurra en las tiendas dentro de la partida.
Para mi gusto la jugabilidad es buena y su estilo de sandbox es similar al de las dos primeras entregas de Yakuza. Pero lo más interesante para mi es la posibilidad de diferentes finales. Las partidas en si son muy cortas, como unos 30 minutos o un poco más si te lo tomas con relax y, aunque estas cosas nunca me han gustado, es una característica que estoy dispuesto a admitir por lo interesante de las múltiples historias y teniendo en cuenta que hay tantos finales que si fuera un juego tan largo como un Yakuza o un GTA no podríamos verlas todas nunca.
Aunque no es de SEGA, le recomiendo este juego a todos los fans de esta casa (me incluyo), pues su jugabilidad es muy arcade en las peleas, además sus gráficos y su estética te harán pensar que algo han tenido que ver. Si puedes jugar a esta joya del retrogaming, ¡hazlo!
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