viernes, 3 de abril de 2015

Paranormal Activity 2: Tokyo Night (パラノーマル・アクティビティ 第2章 Tokyo Night)

Año: 2010.
Género: J-horror.
Director: Toshikazu Nagae.
Duración: 90 minutos.
Más información: Ficha en IMDb.

Los aficionados al horror conocerán Paranormal Activity de sobra. Es una de las sagas de películas más reconocidas y terroríficas de la historia y, al igual que los clásicos nipones tienen una réplica en occidente, esta la tiene en Japón. En ellas la acción se desarrolla al estilo de los documentales paranormales clásicos, con cámaras fijas de visión nocturna en que se descubren eventos paranormales que nos atacan cuando más vulnerables somos: en el sueño.

Haruka Yamano, una joven tokiota, vuelve de Estados Unidos prematuramente y en silla de ruedas tras haber tenido un aparatoso accidente en el que fracturó ambas piernas. Allí la esperan su hermano Koichi y su padre Shigeyuki, que la colman de cuidados. Sin embargo, este último tendrá que volver rápidamente a su trabajo que lo embarcará en un largo viaje de negocios de más de veinte días. Mientras él está fuera los sucesos paranormales se sucederán, cada vez más fuertes y violentos.

Desde un tímido movimiento de la silla de ruedas a la dispersión de un montoncito de sal, a la que en la cultura nipona se le suponen características místicas contra los malos espíritus, pasando por la explosión inesperada de una jarra de té helado. Extrañas sombras serán descubiertas en las grabaciones y aquellas personas con fuertes vínculos con los espíritus y el más allá sentirán la necesidad de huir despavoridos ante una potencia de origen y forma desconocida que habita la casa. ¿De donde habrá venido? ¿Qué buscará?


A la tradicional y terrorífica estética de Paranormal Activity, en la que el miedo se basa principalmente en que se cubre todo de un halo de realidad al ver los hechos desde un único punto de vista (una cámara casera) y en la que se juega con la total impotencia del sueño, Nagae creó para Tokyo Nights un nuevo elemento místico. La aparción de las, a veces extrañas, tradiciones espectrales japonesas y el ambiente casi místico que desarrolla para los occidentales todo aquello que resulta ajeno, con cosas tan triviales como la estructura de la casa, las calles o su forma de comer, crean un elemento probablemente no intencionado pero sí determinante en destacar sus diferencias respecto a la versión norteamericana, que tiene mis máximos respetos.


Personalmente, y considerándola como parte de la saga aunque oficialmente no lo sea, no creo que estemos ante la más terrorífica. En mi opinión esa es la segunda entrega norteamericana, pero para gustos colores. Como curiosidad, en latinoamérica no se consideró como la segunda parte sino como una precuela, siendo su nombre oficial Paranormal Activity 0: El origen.

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