martes, 16 de diciembre de 2014

Atari 2600

Hacía mucho que no hablaba de videojuegos en el blog y creo que una buena forma de recuperar la temática sería volver a los inicios. Casi todo lo que se habla en Ao Kendama sobre este nuevo arte está enfocado a lo que ya se podría considerar como retrogaming porque no soy para nada un jugador habitual y ¿qué hay más retro que la primera consola a la que jugó uno en su infancia?

En mi caso la primera estación de videojuegos que entró en casa fue la Atari 2600 que, a principios de los 90, ya era una antiguaya pero cuando tienes entre 2 y 5 años todo te resulta fantástico. En tiempos ya de comienzos de la quinta generación (N64, PSX...), mi padre compró esta consola de la que estoy muy orgulloso de haber disfrutado.

Quizás el lector más joven piense que la falta de gráficos y sonidos detallados e incluso de historia puede ser un rollo, pero no es para nada así. En aquellos tiempos para mi jugar con mi padre al tenis en la Atari era una cosa brutal porque, por primera vez, la televisión hacía lo que yo decía y no lo que ella quería. Hay que entender también que, a tan tierna edad, yo no sabía de la existencia de los videojuegos como fenómeno (además de aquella eran muy minoritarios) por lo que todo aquello era lo máximo.

La Atari 2600 se produjo desde 1977 y en España desde 1980, de forma continuada hasta 1992. Es de la conocida como segunda generación y fue la sucesora del clásico Atari PONG y predecesora de la Atari 5200. Con el tiempo incluso en los bazares chinos se vendieron versiones actualizadas de esta videoconsola, que incluían procesadores de textos y juegos integrados. Entre los controladores disponibles llegó a haber gamepads y pistolas de luz, pero lo más clásico era el joystick de un botón. Hay que decir que, pese al nombre de la empresa, es una videoconsola estadounidense aunque está estrechamente relacionada con Japón y su cultura del videojuego.

La variedad de juegos de aquella consola era increíble pero también es cierto que la mayoría eran muy parecidos, pues las posibilidades no daban para mucho más, y se la relaciona con casos como el del videojuego de ET que tuvo que ser quitado de en medio por la ínfima calidad que tenía. Sin embargo había grandes entretenimientos y además muy interesantes. Esta vez os hablaré de mis favoritos y abajo pondré un enlace para que podáis descargarlos y jugarlos libremente, dado que ya son abandonware y su descarga es totalmente legal.

Enduro (1983)


También conocido como Superferrari, es uno de los juegos que más humo echaron en la entrada del cartucho y, aunque ahora parezca un juego supersimplón comparado con otros juegos de carreras, en su momento era una locura.

La idea del juego es conducir por una pista adelantando coches y evitando, en todo lo posible, chocar con ellos pues, si esto ocurría, perdías la velocidad y tu coche se apartaba a un lado de la carretera.

Los botones de juego eran el de Reset, para empezar la partida y el botón de fuego (el rojo del joystick) para acelerar, además de la palanca para mover de izquierda a derecha nuestro vólido. Lo más positivo es que es de resistencia por lo que puedes competir contra un amigo viendo a ver quien aguanta más.

Tennis (1981)


Con este pasé horas y horas jugando especialmente con mi padre. Es un juego de tenis multijugador pero en el que también puedes competir contra la máquina. Quizás pueda parecer el más simple pero es muy divertido, además mantiene la cuenta de los puntos que se llevan por lo que la jugabilidad es bastante fluída. Es, junto a Pitfall y Frogger, probablemente uno de los más clásicos de la Atari 2600.

Los botones a emplear eran el de fuego para sacar y luego solo el joystick para moverse ya que el personaje golpeaba la pelota solo si se encontraba en su rango de acción. Lo más positivo de este es, como dije, que permite jugar solo o contra otra persona.

Boxing (1983)


Al ojo inexperto le puede parecer una tontería pero es muy complicado y competitivo. Se trata de un juego de boxeo en el que nos metemos en un combate a una ronda de 2 minutos. Tiene un contador de golpes y gana el que sea capaz de encajarle más al enemigo. Digo que es competitivo porque, al igual que en el boxeo, puedes estar ganando, bajar la guardia y en tres segundos recibir 10 golpes por no haber estado atento.

Se usa el boton Reset para empezar la partida, el de fuego para golpear y el mando de joystick para mover a nuestros personajes por el cuadrilátero. Su punto más positivo, como en Tennis, es que puede ser para uno o dos jugadores y, además... ¡resulta adictivo!

Superman (1979)


Los juegos antiguos de Superman siempre tienen una mala crítica. Recuerdo cuando jugué a uno que hay para la Nintendo 64 en el que había que pasar por aros que pensé que tenía que ser el juego más rollo de todos los tiempos. Sin embargo, Superman para Atari 2600 es lo más parecido a un sandbox que podemos encontrar en esta generación. Tenemos la posibilidad de ser Clark Kent o Superman, cambiándonos en las cabinas de teléfonos, y debemos volar por la ciudad deteniendo a maleantes y llevándolos a la cárcel. Obviamente no es un GTA, ¡pero hablamos de los años 70!

Para jugar solo es necesaria la palanca del joystick. Su punto más positivo es que nunca acaba y que es uno de los predecesores de los juegos de mundo abierto.

Outlaw (1978)


A estas alturas alguien dirá, ¿y donde están los tiros? Pues la Atari 2600 ya tenía tiros, sí señor y Outlaw es probablmente uno de los primeros juegos de disparos de la historia. Se basa en un duelo de cowboys (o eso puedes suponer por los sombreros y el cáctus) en que cada disparo acertado en tu rival es un punto. ¿Simple? Quizás. Pero en tiempos en que no había ni Counter Strike ni Battlefield, esto era una auténtica pasada. Doy fe.

Para jugar necesitamos el boton de Reset, que dará comienzo a la partida, el de fuego, para disparar, y el joystick para movernos. El cactus es impenetrable a las balas. El punto positivo es lo entretenido que resulta para jugar contra otros amigos pero el problema mayor es este mismo: no permite modo un jugador.

Frogger (1982)


Clásico donde los haya, junto con Pitfall, de esta videoconsola y al que seguro que has jugado en otros formatos si tienes gusto por las leyendas del entretenimiento. Frogger es el típico juego al que puedes quedarte pegado una tarde entera, viendo como estas a punto de llegar a la meta o siendo aplastado una y otra vez por un camión. Hasta ahora, en que solo he jugado partidas de 1 minuto para sacar screenshots, me he pasado un buen rato jugando. Totalmente recomendable.

Para jugar necesitas el boton Reset, que comienza la partida (que por cierto, empieza al acabar la música, ¡no seais impacientes!) y con la palanca del joystick para mover a la rana. El punto positivo es... todo, para que engañaros.




Espero que os haya gustado y, si queréis jugar a estos juegos aquí os dejo un enlace para el emulador (Stella 4.0) y otro para descargar juegos (CoolROM), ¡totalmente gratuitos y legales!

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