jueves, 4 de diciembre de 2014

Chakushin Ari (着信アリ)

Año: 2003.
Género: J-horror.
Director: Takashi Miike.
Duración: 112 minutos.
Más información: Ficha en IMDb.

Conocida por el título del remake estadounidense One Missed Call o Una llamada perdida, Chakusin Ari es uno de los más conocidos clásicos del género del J-Horror, el terror japonés. Aunque generalmente se la considera como una película facilona diría que es interesante y bien construida porque introduce muchos elementos del género detectivesco que a mi tanto me gusta.

Ciertamente no se como será su adaptación al cine occidental, espero que no tan mala como la de la coreana A Tale of Two Sisters (장화, 홍련), pero, cuanto menos, será diferente o extraña dado que algunos elementos específicos del folclore chamánico japonés no son tan asimilables como a primera vista puede parecer.

La universitaria Yumi Nakamura se encuentra en un gokon, una especie de fiesta de solteros que hacen en Japón. Está allí acompañada de sus amigas y un grupo de jóvenes. Decide ir al servicio con su compañera Yoko y allí esta última recibe una extraña llamada que resulta ser de su propio número de teléfono pero, además, con un tono diferente al que ella tiene puesto. No les da tiempo a contestar pero tiene un mensaje en el contestador, uno en el que se la oye a si misma en una fecha futura, una en la que muere, al parecer aplastada por un tren. Yumi se preocupa pero a Yoko parece no importarle demasiado. Su defunción, sin embargo, ocurrirá de la forma descrita en la llamada... Movida por una extraña fuerza de otro mundo, cayó a las vías del tren aunque oficialmente su muerte fue clasificada como un suicidio. Una cosa similar le pasó a Kenji, quien también estaba en el gokon, y acabó precipitándose por el hueco del ascensor. De la boca de ambos salía un extraño caramelo rojo y esférico.

Las cosas se vuelven más turbias con Natsumi Konishi que recibe, aún después de haber apagado el movil, no solo su sentencia de muerte si no un video de como será. Es perseguida por un grupo de crueles periodistas de televisión que consiguen condenarla de nuevo a muerte, todo para sacarla en un programa de televisión de debate paranormal en el que un chamán sintoista intentará eliminar la presencia maligna y salvarla.

Todos los personajes parecen estar unidos por el teléfono, un aparato que se marca sólo tras la muerte condenando a otra persona. ¿Quién estará detrás de todo esto? Yumi y un misterioso hombre llamado Hiroshi Yamashita, también manchado por esta desgracia, deciden investigarlo para terminar la maldición.

Realmente es una historia interesante, no la mejor del J-Horror pero si impactante a veces. Hay quien considera que algunos giros son previsibles pero yo lo pondría en duda. Es cierto que todo el terror japonés marca una pauta y tendencia, es decir, a base de ver muchas películas puedes llegar a suponer un final que a todas luces resulta ilógico y resulta ser el real, pero eso sería objeto de demonización del género en su plenitud y no del film. Realmente creo que es una producción básica, no en vano, se la considera como una de las obras maestras de Takashi Miike.

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