Género: J-horror.
Director: Chisui Takigawa.
Duración: 96 minutos.
Más información: Ficha en IMDb (de la versión en TV).
Ringu fue la película con la que conocí el J-horror y con la que descubrí que me gustaba el cine de terror. Antes de eso, cansado de las típicas producciones de tipo adolescente de producción norteamericana, no le veía la gracia a aquello de ver algo simplemente por pasar miedo, un miedo que la mayoría de las veces ni siquiera existía. Actualmente, culpa de ese gusanillo que me entró, estoy escribiendo esto y además redacto mis propias historias, algunas publicadas en revistas literarias.
Pensé que, ya que tengo pensado hablar de todas las producciones basadas en la fantástica novela de Kōji Suzuki, lo mejor sería empezar con la primera de ellas. En 1995, tres años antes que la versión que todos tenemos en mente, aparecía en Fuji Television una película que hoy en día pocos recuerdan pero que fue la primera adaptación cinematográfica de Ringu.
Para empezar diré que, al no haber leído aún el libro (cosa que no moriré sin hacer), no se cual de las dos es más cercana a la original (o de las tres porque también hablaremos de la versión coreana) así que me limitaré a comentarla como una más pero dejando bien claro que es bastante diferente de la versión de Nakata.
En parte que fuese diferente me gustó porque estaba intentando, inconscientemente, prever cada paso que daban los personajes. Aquello duró solo los primeros cinco minutos porque o bien no se parecen en nada o bien hace tanto que no veo la otra que se me olvidó de que iba.
Es importante destacar el detalle de que tiene esa estética noventera que a no todos les gusta, le da un nuevo giro a la expresión ultramodernista de "osea, eso es tan años 90...", porque realmente lo es. Esa música de fondo casi tropical y los desnudos recurrentes (censurados en la versión original para TV pero no en la Kanzenban - que significa Edición Completa en japonés y fue destinada para VHS) y, a veces, innecesarios, además de su estética y su estilo de dirección son, sin lugar a dudas, "muy noventas".
La historia en si, como dijimos antes, es distinta pero en el fondo es la misma. Dos personas, Kazuyuki Asakawa, un periodista (en este caso hombre y no mujer) que vincula una serie de muertes extrañas, y Riuji Takayama, un especialista en temáticas paranormales, ven el vídeo maldito, la segunda por influencia de la primera, y tienen que descubrir como romper la maldición para no morir a los siete días. En esta versión el contenido del casete no da tanto miedo como en la película de Hideo Nakata, pero si que tiene una característica que a mi me resultó muy interesante. Tendréis que verla para saberlo.
Pensé que, ya que tengo pensado hablar de todas las producciones basadas en la fantástica novela de Kōji Suzuki, lo mejor sería empezar con la primera de ellas. En 1995, tres años antes que la versión que todos tenemos en mente, aparecía en Fuji Television una película que hoy en día pocos recuerdan pero que fue la primera adaptación cinematográfica de Ringu.
Para empezar diré que, al no haber leído aún el libro (cosa que no moriré sin hacer), no se cual de las dos es más cercana a la original (o de las tres porque también hablaremos de la versión coreana) así que me limitaré a comentarla como una más pero dejando bien claro que es bastante diferente de la versión de Nakata.
En parte que fuese diferente me gustó porque estaba intentando, inconscientemente, prever cada paso que daban los personajes. Aquello duró solo los primeros cinco minutos porque o bien no se parecen en nada o bien hace tanto que no veo la otra que se me olvidó de que iba.
Es importante destacar el detalle de que tiene esa estética noventera que a no todos les gusta, le da un nuevo giro a la expresión ultramodernista de "osea, eso es tan años 90...", porque realmente lo es. Esa música de fondo casi tropical y los desnudos recurrentes (censurados en la versión original para TV pero no en la Kanzenban - que significa Edición Completa en japonés y fue destinada para VHS) y, a veces, innecesarios, además de su estética y su estilo de dirección son, sin lugar a dudas, "muy noventas".
La historia en si, como dijimos antes, es distinta pero en el fondo es la misma. Dos personas, Kazuyuki Asakawa, un periodista (en este caso hombre y no mujer) que vincula una serie de muertes extrañas, y Riuji Takayama, un especialista en temáticas paranormales, ven el vídeo maldito, la segunda por influencia de la primera, y tienen que descubrir como romper la maldición para no morir a los siete días. En esta versión el contenido del casete no da tanto miedo como en la película de Hideo Nakata, pero si que tiene una característica que a mi me resultó muy interesante. Tendréis que verla para saberlo.
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