Año: 1999.
Género: J-horror.
Director: Takashi Miike.
Duración: 115 minutos.
Más información: Ficha en IMDb.
Es considerada como una de las películas de terror más fuertes de la historia y la primera en el ámbito del terror asiático según Time Out London. Personalmente yo no opinaría eso ni de lejos, ni tampoco diría que es la más atemorizante del director Takashi Miike. Esto no significa que sea una película mala, para nada, pero me parece que trasciende el terror clásico tal y como lo conocemos actualmente. Si tuviera que clasificarla diría que es más una película sobre los entresijos de la mente humana y del abuso que otra cosa. ¿Incluye imágenes fuertes? Sí. ¿Da "mal rollo"? Sí. ¿Es terrorífica? Yo diría que no.
La historia de Audition es una historia de soledad y de violencia, una reflexión sobre la mente humana y su degeneración. Shigeharu Aoyama es un hombre de mediana edad que se queda viudo con un hijo a su cargo, Shigehiko. Tras pasar los años decide que es el momento de rehacer su vida y conocer a alguien, así un amigo suyo del mundo del cine, Yasuhisa Yoshikawa, le propone crear un falso casting para conocer a una mujer que entre en su "prototipo": habría de ser culta, con carrera y gustarle la danza o la música.
Entre la interminable pila de currículums, Shigeharu encuentra a una mujer que parece que tuvo una vida dura desde la infancia, Asami Yamazaki, y que, antes de romper la cadera, había sido bailarina. Es una mujer joven que, por su forma de escribir y su profundidad parece ser la idónea.
Tras conocerla en el casting decide llamarla y esta acepta quedar sin dudarlo. Una gran noche, pero su amigo Yoshikawa ve algo raro en su historia y le aconseja que no la llame. Cuando decide hacerlo descubrirá que, ciertamente, algo raro hay en Asami; varias muertes y personajes que podríamos definir como pintorescos empiezan a aparecer en escena... ¿qué clase de secreto guardará?
Realmente creo que esta película tiene cierta mitología a su alrededor y quizás fue tan polémica por ser pionera en el género. Cierto es que algunos niveles de violencia, tan clásicos en el cine nipón actual, parecían tabú en la pacífica y cinematográficamente conservadora sociedad occidental, donde el terror sigue asociándose actualmente casi de forma exclusiva a los monstruos de Mary Shelley y Bram Stoker.
El concepto de mezclar cine psicológico, terror y un poco de slasher era cosa de la escena underground en Europa por aquellos tiempos. En Japón ya era una cosa bien sabida como mínimo desde principios de los 90 con películas tan macabras como All Night Long (オールナイトロング), que ganó incluso premios oficiales, lo que una mujer del público del Festival de Cine de Rotterdam del año 2000 pareció no entender cuando acusó a Miike de ser la personificación de la mal.
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